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Se trata de un cobayo calvo, una especia de roedor. Este nació sin pelo y fue adoptado por una familia de gatos esfinge que tampoco poseen pelaje.
El animal apodado “Luis” parece creer que es parte de la familia de los felinos, ya que juega con estos y se acomoda sobre ellos.
“Los gatos adoptaron inmediatamente a Luis como parte de la familia y piensan que es su hermano”, expresa la dueña, Oksana Baltakiene.
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