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Unos operarios han protagonizado un sorprendente hallazgo en el estado alemán de Brandeburgo cuando menos lo esperaban: nada menos que un esqueleto de una mujer fallecida hace más de 4.000 años.
Un equipo de trabajadores se encontraba en un lugar cercano a la localidad alemana de Bietikow, donde pretendían instalar aerogeneradores. Al dar comienzo a las excavaciones, los restos arqueológicos sorprendieron a los obreros.
„Der Fund hat kein #Ötzi-Potenzial, aber er ist archäologisch selten und sehr interessant“
In Bietikow (#Uckermark) ist das #Skelett einer Frau aus der #Jungsteinzeit entdeckt worden.#Archäologie #Steinzeit https://t.co/s1w1VcH6w4— LWL-Museum für Archäologie | Herne (@LWLMuseumArchae) May 22, 2020
Al lugar del hallazgo acudieron Philipp Roskoschinski y su compañero Christoph Rzegotta, de la empresa de consultoría arqueológica Archaeros, y desde entonces este peculiar esqueleto ha atraído la atención de muchas personas. Y es que estos restos tienen una peculiar característica.
“La mujer yace en cuclillas” y, tumbada sobre su costado derecho, su cabeza está mirando hacia el este. Así se lo ha comentado el doctor Christof Krauskopf, del Museo Nacional Arqueológico de Brandeburgo, a Fox News, añadiendo que esa composición se conoce en la comunidad arqueológica como entierro en posición fetal.
Por ahora se desconoce la edad que podía tener la mujer en el momento de su muerte, algo que solo se podrá revelar con más pruebas exhaustivas, pero se puede establecer que el origen de la tumba se remonta a más de 4.000 años atrás:
“La hipótesis con la que trabaja el excavador es que la sepultura data de la última fase del Neolítico, entre 2.500 y 2.200 a.C.”, declara Krauskopf.
Ciertamente hay un halo misterioso que rodea el hallazgo de este cadáver, que descansaba en una fosa desproporcionadamente grande para un cuerpo de su tamaño, dicen los expertos.
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