Publicidad
Seguramente habrás oído hablar de la dieta B.A.R.F, ya que se ha vuelto muy popular en nuestros días. Mucha gente sostiene que si alimenta a sus perros con huesos y comida cruda, será mucho más beneficioso para ellos. La base de esta teoría es la consideración de que los perros deben seguir una dieta lo más cercana posible a la que tenían sus ancestros salvajes.
Pero, ¿Es ésto cierto? ¿Funciona esta dieta y es buena para su salud? ¿Es realmente mucho mejor que las croquetas y piensos para perros o se trata simplemente de una opción más? ¿Corre algún peligro tu perro por comer huesos o comida cruda?
Vamos a analizar qué es la dieta BARF y considerar cuáles son sus pros y sus contras..
La dieta B.A.R.F consiste en alimentar a los perros con alimentos crudos biológicamente adecuados para ellos. BARF es el acrónimo de Biologically Appropriate Raw Food, que puede traducirse al castellano como Alimentación Cruda Biológicamente Adecuada, esto es, ACBA.
Esta dieta fue diseñada por un veterinario australiano llamado Ian Billinghurst. Se basa en la concepción de que los perros están diseñados para comer alimentos crudos. La dieta propone una alimentación a base de proteína de origen animal, a la que se añade un pequeño porcentaje de frutas y verduras.
Los perros son animales básicamente carnívoros y su tracto digestivo es más corto que el de los omnívoros y los hervíboros, ya que está diseñado para el consumo de carne. Su alimentación se basa en la proteína de origen animal, aunque también puedan consumir otros alimentos.
La dieta BARF se compone básicamente de:
Si has decidido alimentar a tu perro mediante esta dieta, es conveniente que investigues un poco y consultes a tu veterinario, analizando bien las necesidades de tu perro para tener la seguridad de que no sufrirá ninguna deficiencia en su dieta ni tendrá problemas de salud.
La dieta BARF original utiliza alimentos crudos. Se basa en que, al cocinar los alimentos, las vitaminas, antioxidantes y enzimas que contiene se destruyen.
Si bien es cierto que algunos alimentos crudos pueden contener diversos agentes patógenos, como es el caso de la carne, el tracto digestivo de los carnívoros es corto y su digestión rápida, eliminando los desechos rápidamente. No se fermentan los alimentos en su sistema digestivo como en el caso de los hervíboros. Tu perro está preparado para luchar contra las bacterias de la carne, ya que tanto su saliva como sus jugos gástricos tienen propiedades antibacterianas.
Sin embargo, algunas de estas bacterias provocan graves infecciones, por lo que algunos seguidores cuecen ligeramente los alimentos, con el fin de evitar estos problemas.
Los huesos son el componente principal de la dieta BARF. Contienen carne y músculo, por lo que constituyen un alimento muy importante, ya que cubren la mayor parte de sus necesidades, incluyendo proteína, grasas, minerales, vitaminas, enzimas y antioxidantes.
Ten en cuenta que los huesos son ricos en grasas, por lo que si tu perro sufre sobrepeso, tal vez tengas que disminuir la cantidad del mismo en su dieta.
Es importante que el hueso esté crudo, puesto que la cocción aumenta el riesgo de astillamiento. Las astillas de hueso son muy peligrosas para tu perro, ya que pueden provocarle graves perforaciones en el intestino.
La dieta BARF admite el uso de huesos provenientes del pollo o del pavo, conejo, ternera… Al ser masticados, se forma una pasta que no supone tanto peligro para tu perro. No obstante, debes seguir algunas recomendaciones al utilizar hueso en la dieta B.A.R.F:
El hueso es muy importante en la dieta BARF, ya que proporciona a tu perro fósforo, calcio y otros minerales que necesita.
Los huesos duros, como la rodilla de ternera, por ejemplo, se utilizan como hueso recreativo, ya que tu perro se entretendrá mucho royéndolo, lo que le beneficia psicológicamente y ayuda a su higiene dental. Pueden utilizarse a partir del primer mes de edad del perro.
Además del hueso, la dieta BARF debe incluir un 25% de carne magra, que puede ser de pollo, pavo, conejo, cordero, ternera o buey.
Puedes utilizar un amplio rango de frutas y verduras en la dieta de tu perro. Los perros tienen, como decíamos, un tracto digestivo muy corto, y su dentadura no está preparada para moler los vegetales. Además, no tienen amilasa, que descompone los carbohidratos de estos alimentos.
Los vegetales que consumen los carnívoros en estado natural suelen estar triturados y semi digeridos en el sistema digestivo de sus presas. Por ello, la dieta BARF recomienda triturar estos alimentos y proporcionarlos en un bajo porcentaje (un 15% de la dieta será frutas, verduras órganos y vísceras)
Están dentro del 15% de la dieta que antes comentábamos. Deben ser frescos y de confianza. Los órganos animales contienen un alto porcentaje de proteína, ácidos grasos, minerales, vitaminas y enzimas. Los más utilizados son el corazón de ternera, el hígado y vísceras. Cuidado con el hígado, que no debe proporcionarse más de una vez por semana y siempre en pequeñas dosis.
Esta dieta puede contener también otros ingredientes, como alfalfa, aceite de pescado, hígado de bacalao, yogur o huevos que sirven de complemento a los ingredientes principales.
Una dieta basada en alimentos naturales biológicamente adecuados tiene una serie de beneficios para tu perro:
Debes informarte bien para equilibrar adecuadamente los alimentos, ya que si no lo haces, tu perro podrá sufrir algunos problemas, como:
La dieta BARF tiene una serie de ventajas para tu perro, pero también inconvenientes. Es una dieta algo complicada de administrar de manera adecuada, por lo que si decides seguirla, es recomendable que consultes a tu veterinario, tanto para asegurarte de que tu perro reciba los nutrientes adecuados en las proporciones correctas, como para verificar que se trata de una dieta adecuada para tu perro.
Si tu perro consume algún tipo de pienso y decides cambiar a la dieta BARF, hay una serie de factores que debes considerar:
El pescado es una fuente excelente de proteína animal. Además, contiene ácidos grasos esenciales y vitaminas de los grupos A, B, D y E. Entre los minerales que el pescado puede aportar a tu perro, se encuentran el fósforo y el calcio.
Sin embargo, debes tomar una serie de precauciones si quieres alimentar a tu perro de forma segura. Es una buena idea eliminar las espinas antes de dárselo al perro, ya que éstas pueden resultar muy peligrosas. Las espinas pueden clavarse en su boca, su garganta o en su sistema digestivo. Si además lo cocinas, al vapor, cocido o a la plancha, eliminarás los parásitos.
Si decides darle también las espinas, procura que vayan siempre con la carne. En caso de duda, tritura el alimento.
Si vas a darle el pescado crudo, es importante congelarlo primero, por debajo de los -20ºC, durante unos cinco días, para evitar que los parásitos que pueda contener, como el Anisakis, afecten a tu perro.
Es mejor dárselo en pedazos que pueda tragar.
Para evitar el riesgo de infección con las bacterias de la carne cruda, es buena idea congelar la carne durante al menos dos días. Antes de dársela a tu perro, deberás descongelarla por completo. Los huesos deben estar siempre crudos y con algo de carne pegada, para disminuir el riesgo de las astillas. En el caso de huesos de aves, que son más fáciles de astillar, tal vez sea mejor triturarlos, sobre todo si tu perro se los traga sin masticar.
Las verduras y frutas deben estar muy trituradas para facilitar su consumo. Puede ser recomendable cocinar las verduras que utilices en la dieta BARF de tu perro, con el fin de facilitar su digestión y evitar problemas. Algunas plantas contienen elementos para protegerse de la depredación de los animales, que resultan tóxicos, pero que desaparecen con la cocción.
Por ejemplo, las coles o repollos crudos contienen tiocianato,que puede causar hipotiroidismo. La cocción ligera lo elimina.
Las espinacas y el brócoli tienen ácido fítico, que inhibe la absorción de minerales.
La remolacha, espinaca, puerro, nueces y algunas frutas, contienen oxalato, que puede ocasionar cálculos renales.
Muchos vegetales crudos contienen lecitina, que forma un recubrimiento en el intestino delgado, impidiendo la correcta absorción de los nutrientes. Entre ellos, tenemos los calabacines, zanahorias, remolachas, etc.
Además, por lo general, los carnívoros obtienen los vegetales del sistema digestivo de sus presas, por lo que los consumen en un estado parcial o totalmente digeridos. Otra de sus fuentes dietéticas de vegetales utilizadas por los carnívoros en la naturaleza son las heces de otros animales.
Sus intestinos son cortos y no están preparados para soportar la fermentación de los vegetales, por lo que cocinarlos ligeramente antes de dárselos puede ser una buena idea.
La pequeña proporción de vegetales de la dieta BARF es suficiente para tu perro. El porcentaje de verduras y frutas en la dieta BARF es de un 15%, siendo la cantidad de fruta mucho más pequeña (un 5% de ese 15), debido a su alto contenido en azúcares.
Algunas frutas y verduras pueden resultar tóxicas para tu perro, o bien provocarle algún problema digestivo, por lo que es recomendable informarse primero. Por ejemplo, debes evitar el ajo y las uvas, la berenjena, la cebolla, la patata cruda o el aguacate.
Son recomendables las espinacas, el calabacín, la calabaza, zanahorias, manzanas, peras o el plátano entre otros.
Muchos veterinarios se posicionan en contra de la dieta BARF, no porque se trate de una mala dieta, sino por los peligros que conlleva.
Sus defensores alegan que se trata de una alimentación mucho más saludable que la que proporciona un pienso comercial. Esto puede ser cierto si la comparamos con piensos de baja gama, pero no con los de alta, que cuidan mucho sus ingredientes, además de cocinarlos lentamente y a baja temperatura para mantener los nutrientes.
Los piensos de alta calidad tampoco contienen cereales. Si utilizas un pienso de alta gama, es tan saludable como la dieta BARF.
El mayor peligro de esta dieta se encuentra en los huesos, sobre todo los de ave, que se astillan fácilmente y pueden provocar obstrucciones intestinales, desgarro de la mucosa intestinal u otros problemas que requerirán cirugía.
Las espinas del pescado también son muy peligrosas. Pero si las trituras, el peligro se elimina.
Por ello insistimos en que, si te decides por esta dieta, consultes a tu veterinario y tomes las precauciones necesarias para que tu perro la consuma sin peligros y lleve una vida sana y feliz.
Lo primero es encontrar la cantidad adecuada de alimento para tu perro. Las cantidades varían según la edad, raza, peso y actividad física de tu perro. Como norma general, considera que:
Para elaborar la dieta BARF de tu perro, los alimentos deben estar crudos. Las verduras pueden hervirse primero. También es posible cocinar la carne ligeramente. Procura elaborar una ración que contenga un alimento de cada grupo (carne o pescado, verduras, frutas). Pedes añadir huevo crudo (algunas personas los cuecen, para evitar la salmonella).
Es recomendable congelar primero la carne y el pescado durante 3-5 días, para evitar infecciones con bacterias.
Conclusiones
Fuente: https://www.perronatura.es/
Publicidad
Francisco Arredondo es recordado en el Dakar, luego de ser el latinoamericano con más participaciones en la especialidad de motos.
Más de seis mil migrantes hondureños buscan llegar a EE.UU.
Publicidad