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La ausencia de un pequeño detalle en el nuevo retrato de la reina Isabel II acaparó la atención de la monarca británica.
“Cuando le expliqué ciertos elementos de la pintura, como la taza de té, [la reina] hizo algunos comentarios divertidos. Dijo ‘pero no hay té en la taza'”, compartió Escofet, citada por Sky News.
La artista explicó a la monarca de 94 años que “el té había sido sacrificado por el simbolismo” oculto en la taza: el dibujo de la insignia de la Cancillería británica. Según Escofet, la reina reaccionó muy positivamente a la pintura de manera general.
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El actual modelo se agota y el tiempo de un cambio pacífico puede que también.
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