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En el aeropuerto de Guadalajara, un perro pastor alemán olfateó una caja sospechosa y comenzó a ladrar. Las autoridades la abrieron para revisar su interior y se llevaron la sorpresa de localizar a un cachorro tigre de bengala. El pequeño animal tenía dos meses de nacido y era muy dócil.
“No podemos entender cómo alguien pudo pensar que este plan funcionaría. Vender un animal, meterlo en una caja, dormirlo y dejarlo sin comida ni agua. Los hechos nos incitan a pensar que hay una organización tras el caso”, expresó uno de los encargados.
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El Ejecutivo prefiere dictar y decretar.
Fue largo tu calvario, muy ardua la tarea.
Yo creo que el derecho a la vida está intrínsecamente ligado al derecho de terminar con la propia.
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