Mariah Donelly, de 22 años, profesora de música y asistente social en Belfast, cogió una silla y se sentó frente a la casa de su abuelo para tocar su canción favorita con el violín.

Thomas Donelly, de 72 años, había pasado las últimas seis semanas aislado en su casa debido a la crisis del coronavirus.

Durante esas semanas, Mariah había enviado algunas partituras a su abuelo para que las aprendiera a tocar con la guitarra y mantenerse ocupado.

El 28 de abril, la joven decidió sorprenderlo dándole una serenata que respetaba todas las normas de distanciamiento social. Thomas también se unió al improvisado concierto al otro lado de la ventana con su guitarra para disfrute de sus vecinos.