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Un joven filipino regala una mansión a sus padres quienes lo adoptaron a pesar de ser pobres.
“Cuando Nanay y Tatay me adoptaron, no era una vida buena. No teníamos una buena cama, un comedor o un baño”, escribió Jayvee Lazaro Badile II, y comentó que su madre adoptiva es vendedora y su padre guardia de seguridad.
Sin embargo, el joven indica que ahora ya tiene la oportunidad de retribuir el esfuerzo que han hecho sus padres y desea que “vivan sus sueños mejor de lo que podrían imaginar”.
Posteriormente, el joven publicó una serie de fotografías de su casa anterior y el hogar actual donde celebró año nuevo con sus seres queridos.
“Finalmente, a través del trabajo duro, valentía y fe, he proporcionado un hogar más grande para mis padres y toda mi familia. Siete dormitorios, tres pisos, cuatro baños, totalmente con aire acondicionado y un candelabro de techo alto. Esto es exactamente lo que soñé para mi familia adoptiva”, escribió Jayvee.
El joven en la actualidad es gerente de ventas en una empresa de seguros de Filipinas y ha obtenido varios reconocimientos en su trayectoria profesional.
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Un comunicado de la Presidencia señaló que a lo largo de las dos semanas de discusiones, el FMI conversará también con legisladores, académicos, sociedad civil y sector privado.
Capital, ambiente y libertades.
Visitantes llegan a diferente playas para celebrar Año Nuevo
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