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Singapur es una ciudad que presume de tener jardines increíbles. Es muy fácil estar rodeado de zonas verdes pero, ¿y si la naturaleza estuviera presente dentro de un aeropuerto? Por muy imposible que pueda parecer, aquí es una realidad.
El aeropuerto Changui ha conseguido alzarse con el premio al mejor del mundo por séptimo año consecutivo. Pero desde ahora puede presumir también de contar en su interior con la cascada artificial más grande del mundo.
La cascada está situada en La Joya, una ampliación del aeropuerto realizada por el arquitecto Moshe Safdie. La caída de agua ha sido bautizada con el nombre de ‘Rain Vortex’, tiene unos 40 metros de altura y de sus turbinas caen casi 38.000 litros de agua de lluvia por minuto.
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Otro de los atractivos de esta cascada es que tiene un juego de luces que, por las noches, ilumina el agua y hacen un espectáculo visual para que todos los visitantes y turistas que pasen por allí puedan disfrutar de esta función.
@JAAZIAR_ u shld check out the jewel project the hsbc rain vortex is so cool pic.twitter.com/Sv4RMjd8At
— poo from toilet (@epicfurious2) 16 de abril de 2019
La ‘Rain Vortex’ está rodeada de un jardín que cuenta con más de 120 especies de plantas y donde la vegetación es la gran protagonista.
Ahora la excusa de “he perdido el vuelo” puede ser real porque en Singapur esperar un vuelo es mucho más ameno que coger el avión al estar rodeado de naturaleza puede atraparte.
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El vicepresidente Guillermo Castillo publicó un informe de labores.
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