Para San Valentín, el festival de cine de Berlín propone un menú de historias de amor desgarradoras, imposibles o agotadoras, pasiones que atraviesan buena parte de las películas del certamen. «Nunca como antes habíamos visto tantas historias de amor como este año: locas, improbables, inesperadas e intoxicantes», había explicado al presentar el festival su director artístico, Carlo Chatrian. Las condiciones de rodaje durante la pandemia ayudan a explicar en parte ese fenómeno. Varios directores prefirieron filmar historias intimistas, que pudieran ser rodadas casi totalmente en interiores, con pocos actores y un equipo reducido. Es el caso de Avec amour et…