Falta crear más empleo para nuevas generaciones
El 17 por ciento de la población total de América Latina y el Caribe pertenece al grupo etareo de los nacidos entre 1996 y 2010.
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El 17 por ciento de la población total de América Latina y el Caribe pertenece al grupo etareo de los nacidos entre 1996 y 2010.
Los expertos señalan que se deben crear empleos de calidad que permitan el ingreso mínimo pero también capacitación y formación.
Al inicio de la pandemia de COVID-19, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sugirió acciones para que los países de la región mejoran el entorno del mercado laboral para la población más joven y evitar que se conviertan en una generación de nuevos trabajadores perdida.
Según el BID la generación Z (nacidos entre 1996 y 2010) representan el 17 por ciento de la población total de América Latina y el Caribe, y suman en sus filas a una parte de los más afectados por el impacto de la pandemia sobre el empleo.
En el caso de Guatemala, el Instituto Nacional de Estadística (INE) refiere que el 59.5 por ciento de la población es menor de 30 años: el 31.6 por ciento está comprendida entre los cero y 14 años, y el 27.8 por ciento tiene entre 15 y 29 años. Mientras que la población de 30 a 64 años representa el 34.3 por ciento del total.
La generación Z o centennials siguió a la generación Y o millennials y es la antecesora a la generación alfa, que será cien por ciento nativa digital.
Paulo de León, director del Central American Business Intelligence, comentó recientemente que la generación Z es la población que está “entrando” a la economía y se necesita atraer más inversión en servicios e industria para crear las oportunidades laborales que demandan los jóvenes.
Tareas pendientes
El BID publicó la nota La generación Z ante una crisis de empleo sin precedentes, en la que sugiere que los países tomen acciones para mejorar las perspectivas laborales de los jóvenes que van incorporándose al mundo del trabajo y reincorporar a aquellos que han perdido sus empleos.
Anuncios de las vacantes de empleo en plataformas digitales y atender en el menor tiempo posible las necesidades de capacitación efectiva que requieren los jóvenes para cubrir la demanda del mercado que busca habilidades digitales avanzadas y certificadas para ciertas industrias.
Luis Linares, consultor de la Asociación de Investigaciones Económicas y Sociales (Asies), resalta que entre 2019 y 2021 se perdieron cerca de 800 mil empleos y se incrementó el trabajo por cuenta propia. Recuperar esos puestos perdidos y el retroceso educativo a causa de la pandemia son dos grandes retos que se tienen, considera.
El año pasado, las autoridades anunciaron que se logró una cifra récord en el nivel de inversión, pero no se ve reflejado en el aumento de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, añadió Linares.
Para atender la expectativa de las generaciones nuevas, Linares señaló que se deberían crear empleos de calidad que permitan al menos el ingreso mínimo, pero también hay que ofrecer capacitación y formación ante el déficit educativo que existe en el país. Solamente el 24 por ciento de los jóvenes que deberían cursar estudios en secundaria está siendo cubierto, dijo.
Las inversiones que deben atraerse son aquellas que cuenten con más valor agregado, que vayan más allá de la maquila, y proporcionar a los jóvenes una nivelación en los conocimientos que no han logrado adquirir.
Para el BID, las generaciones X (1970-1980) y millennials (1981-1993) han encontrado dificultades para obtener empleos de calidad y asocia el desempleo juvenil latinoamericano de ambas generaciones a un mal funcionamiento de los mercados laborales y de seguridad social, muestra de ello es que antes de la pandemia la tasa de ocupación en el sector informal de los jóvenes era alta.
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