El esloveno, muy sólido desde el inicio del Tour en Copenhague el 1 de julio, deberá vigilar a sus rivales por el maillot amarillo, pero también deberá cuidarse de otros eventuales riesgos extradeportivos. El covid-19, que eliminó el sábado al noruego Vegard Stake Laengen, le privó de un compañero muy útil para las etapas llanas, el sector de la carrera que puede revelarse con más trampas para el vigente doble campeón. Al igual que el conjunto del pelotón, Pogacar dio negativo en el test de detección practicado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) el domingo al término de la 9ª etapa. Pero la nueva ola de coronavirus, con un fuerte incremento de casos en Francia, mantiene la espada de Damocles sobre el pelotón. “Lo que puedo decir es que tenemos mucho cuidado, con un corredor por habitación. Esperamos seguir en seguridad”, aseguró el líder de la general. Pero, según el