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La picadura de un alacrán puede provocarnos mareos, vómitos, dolores de cabeza y baja presión arterial, por lo que saber cómo actuar ante esta situación nos evitará futuras complicaciones.
Si te encuentras a solas cuando este animal te ataca o por algún motivo entraste en contacto con él y este te hirió, lo más recomendable es:
Después de que hayas realizado este breve cuidado deberás acudir a un médico, ya que podrías presentar otro tipo de síntomas como dificultad para respirar o pasar saliva, entumecimiento en la zona del piquete, movimientos extraños en la cabeza, sudoración, taquicardia, náuses y vómitos.
La presencia de un médico es fundamental, pues deberás tomar un tipo de suero en específico que contrarreste el veneno del alacrán.
Este suero contiene inmunoglobulinas que se sintetizan en las células plasmáticas en respuesta a los estímulos antigénicos del alacrán, pudiendo neutralizar la actividad tóxica y conferirle un cambio estructural a su molécula.
Estos insectos suelen habitar los estados de Sonora, Sinaloa, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Zacatecas, Durango, Morelos, Puebla y la cuenca del río Balsas.
Aunque estos animales son temidos por una gran número de personas, no todas las especies son venenosas.
Un alacrán potencialmente peligroso será aquel que:
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