“Por esa razón yo creía que las puertas estaban abiertas para los sonidos latinos en la radio americana (estadounidense). Pero eso no era la realidad. Nos costó mucho a Emilio y a mí convencer a nuestra propia disquera que podíamos tener éxito con nuestro sonido”, explica.
Estefan cuenta que se mantuvieron «firmes» en que jamás cambiarían su nombre y que “no íbamos a diluir nuestro sonido para sonar más americanos”.
“Estábamos seguros que lo que nos daría el éxito era que teníamos un sonido fresco y diferente a lo que se escuchaba. Hoy en día ya no existe tanta resistencia”, manifiesta Estefan.
En el caso de las mujeres, dijo, incluso hay muchas incursionando en géneros antes dominados por los hombres.
“Afortunadamente estamos viendo a muchas más mujeres compitiendo en el campo de la música que anteriormente era de los hombres como la música urbana”.
“No solo están a nivel de artista sino también componen sus propias canciones”, enfatiza.
La vocalista de la agrupación Miami Sound Machine recuerda que cuando tuvieron el primer éxito mundial, Dr. Beat (1984), eran pocas las mujeres que competían a nivel mundial.
“Gracias a Dios que cuando yo era adolescente en los años setenta tenía a Carole King como ejemplo de lo que una mujer podía lograr. Ella fue la primera mujer que logró llenar conciertos en estadios y componía su propia música”, dice.
Estefan señala que el único consejo que tiene para las nuevas generaciones de compositores, sean hombres o mujeres, es escribir desde el corazón.
“Que hablen sobre sus experiencias, emociones e ideas y no simplemente sentarse a tratar de componer un hit (éxito) porque esas son las canciones que perduran, las que hacen una conexión emotiva con los oyentes”, explica.