Sara Curruchich presenta “Mujer indígena”
El segundo disco de la cantautora maya kaqchikel contiene 10 canciones.
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El segundo disco de la cantautora maya kaqchikel contiene 10 canciones.
El día ha llegado. Sara Curruchich da a conocer Mujer indígena, su segundo disco. La cantautora guatemalteca propone diez temas, en los que consolida mensajes de esperanza, resistencia y solidaridad que ya había perfilado en Somos, su disco debut en 2019.
Producido por Amparo Sánchez, de Mamita Records, el material está disponible en plataformas digitales desde las primeras horas de hoy.
La compositora e intérprete maya kaqchikel señala acerca del contenido de la producción: “Contiene canciones frescas y directas, con mensajes que buscan acompañar caminos y procesos; están acompañadas por ritmos bailables”. La intención es, según la artista, “invitar a sentir la fluidez y la libertad de nuestros cuerpos”.
Al hablar acerca de sus dos álbumes, Sara, nacida en San Juan Comalapa, destaca: “El lenguaje es muy cotidiano, pero en Mujer indígena busqué extender más los mensajes. Fui un poco más clara en cuanto a lo que quería nombrar y a quienes quería nombrar”.
Amparo Sánchez, quien también participa cantando en el tema Cantadora, describe el material como una creación artística redonda: en composición, interpretación, mensaje y sonido. “Las canciones están cargadas de paisajes sonoros que nos hablan de raíces, de luchas y reivindicaciones, de amor y libertad”, agrega.
Cada canción, una experiencia
El primer sencillo de esta producción fue Junam, un tema en el que la artista abraza su identidad y raíces. Se dio a conocer en junio. En agosto presentó el sencillo Pueblos, un dueto con la cantautora mexicana Lila Dows, y hace un par de semanas introdujo el tema que da nombre al disco, ‘Mujer indígena’.
En esta producción, Sara tiene la colaboración de Rosalina Tuyuc y Carmen Cúmez en el tema Qach’alal. En él habla acerca de la búsqueda de la justicia por los desaparecidos. En el disco también se cuenta con un trabajo conjunto con el artista español Muerdo, en el tema Amor diverso, que hace un llamado a amar con respeto y libertad.
“Todos los artistas que aceptaron colaborar en este disco son hermanas y hermanos a quienes admiro y me han inspirado mucho. Además de su trabajo sonoro, tienen una lucha, reivindicación y revitalización por la dignidad y la memoria. Por eso, cada canción ahora tiene mucha más fuerza y energía. Todo fluyó de forma tan hermosa”, anota Curruchich.
Otras de las canciones son Sola ya no más, que habla acerca del acompañamiento que “fortalece cada vez más y nos permite sanar”; Ati’t, dedicada a la misión de las comadronas; La Siguanaba, un llamado a la justicia para las mujeres víctimas de violencia, y Na’ojil, un canto a los abuelos y abuelas, quienes son, según la cantautora, “caminantes y sembradores de sabiduría”.
A nivel musical existe una evolución respecto al primer disco. “Rítmica y musicalmente, ambos tienen un universo distinto. Aunque haya canciones con el mismo género, involucramos nuevos instrumentos, como los vientos. Eso le da una calidez distinta”, explica la artista.
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