Francisco Pérez de Antón relata dos pasajes históricos de cómo se verificaban los desfiles fúnebres en nuestro país en el pasado: el entierro de Justo Rufino Barrios en El sueño de los justos y de los hermanos Montano en Callejón de Dolores.
En la novela histórica El sueño de los justos (2008), Pérez de Antón narra los acontecimientos de la revolución liberal de Justo Rufino Barrios. Por sus páginas desfilan las grandes figuras de nuestro pasado, enfrentadas como conservadores aferrados a sus costumbres y creencias y los llamados liberales, deseosos de modernización, de progreso, pero ambos expuestos a contradicciones. El caudillo Barrios se jactaba de su dureza, mandaba a fusilar sin más y saqueaba los poblados a su paso para dar gusto a la tropa. Hay pasajes memorables rícamente contados, como cuando el presidente Cerna logra defenderse de la segunda rebelión de Tatalapo, lo manda a decapitar y pasean su cabeza por el Parque Central dentro de una red, entre gritos y hurras de los conservadores. Justo Rufino Barrios retoma la acción fallida en una aventura que eriza la piel, bárbaro y valiente. Se advierte la lengua de soplones y traidores en su camino, triunfa y entrega el poder a Miguel García Granados, a quien luego reemplaza para tomar el control total. La llegada de los liberales a la ciudad de Guatemala está llena de pasajes emotivos, de gente por la calle Real hacia El Calvario, por el Paseo del Amate, yendo hacia el Guarda Nuevo, y la memoria del Centro Histórico como escenario de la acción en una ciudad bucólica, tranquila, aparentemente apacible, mientras se libraba la revolución liberal. Luego de tantas burucas, la obra termina relatando el día del entierro de Justo Rufino Barrios, caído en Chalchuapa en 1885, cuando es despedido por la multitud y no cabía ni un alma en el atrio de El Calvario, llevado en hombros por sus amigos y después en un carruaje tirado por caballos muy adornados hacia el cementerio, llorando sus seguirodres y pensando la gente en el ferrocarril, telégrafo, luz eléctrica y la prosperidad que supuestamente preservarían su memoria.