Elena Poniatowska presenta la novela que le ayudó a reconocer sus valores
Por: EFE Publicado 01-12-22
La escritora mexicana retoma la historia de su ancestro más importante: Stanislaw Poniatowski, último rey de Polonia, quien es descrito como un hombre hombre culto e inteligente, quien promovió la educación y la cultura y al que le gustaba escribir.
La escritora mexicana Elena Poniatowska expresa en una entrevista que su nueva novela, El amante polaco, fue un intento por conocer la historia de su propia familia y los valores que la atraviesan como persona.
El libro de ficción retoma la historia de Stanislaw Poniatowski, el último rey de Polonia en el siglo XVIII y uno de los personajes más importantes de la familia de Poniatowska (París, 1932) y de dónde le viene la sangre real que no le ha impedido tener brillo propio.
“Lo hice (la novela) para que yo lo conociera, para que yo recordara que de niñas nos decían princesa e investigar de qué se trataba y por qué sucedía eso”, dijo a EFE en una entrevista por su participación en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
La novela, editada por Seix Barral, se fraguó por varios años en medio de un mar de información y datos, de lecturas en francés y en inglés acerca del rey que cayó del poder derrotado por las intrigas y conspiraciones de países vecinos como Rusia y la antigua Prusia, que por un tiempo borraron del mapa a Polonia.
El legado de Poniatowski es reconocido apenas hace unos años como el rey que más promovió la educación, las artes y la cultura, un hombre culto e inteligente al que le gustaba escribir.
Es este descubrimiento el que quizás impactó más a la narradora, quien afirmó verse reflejada en este lejano ancestro al que la separan 250 años.
“No fue un descubrimiento de mí, sino de valores, de cosas que me impactan que son finalmente también mis valores”, dijo la Premio Cervantes 2013.
«El amante polaco»
Poniatowska ahondó en la historia del rey Poniatowski desde su infancia hasta su derrota en la guerra pasando por su coronación, resultado de la relación que sostuvo con Catalina II, emperatriz de Rusia, de quien estaba perdidamente enamorado pese a que ella tuvo otros amantes.
“Encontré cosas que me gustaron muchísimo, como su amor a la cultura, él se enamoró perdidamente de Catalina la Grande y ella de él, aunque fue una de las mujeres que más amantes tuvo, él le fue leal y lo hizo rey de Polonia, creo que lo hizo para librarse de él y que viniera otro, al final le hizo un bien a Polonia”, expresó.