Tres tristes tigres en La Habana
Viaje al centro de los libros
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Viaje al centro de los libros
Hace la bicoca de veinte años, lo que para el tango no es nada, conocí en Cuba de manera superficial y por apenas un instante a Leonardo Padura. La experiencia se limitó a un apretón de manos y una conversación trivial, en una actividad cultural acompañado por tres tristes tigres gentiles y amigables, escritores que se habían propuesto mostrarme lo mejor de la Isla, y con quienes anduve por el Malecón habanero caminando, en la Feria del Libro en un histórico fuerte colonial, en obras de teatro en los barrios, en un jubiloso ritual de santeros fuera de agenda oficial,…
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