Lector en público
¿Pero es que no se da cuenta de que estoy leyendo?
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¿Pero es que no se da cuenta de que estoy leyendo?
A quienes somos aficionados a leer, nos ocurre a menudo que lo hagamos en un lugar más o menos concurrido, ya se trate de una casa familiar o llena de conocidos, ya de un lugar público, como pueden serlo la mesa de un café, la playa durante el verano o, más probablemente, un vagón de tren. No siempre lee uno en soledad, ciertamente, por mucho que la actividad misma de leer sea una actividad solitaria y presuponga cierta voluntad de aislamiento. Aun rodeado de gente –en una sala de espera, pongamos por caso–, se diría que el hecho mismo de…
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