Del “Infierno” de Dante a los infiernos de Gramsci, de Pasolini y más allá
Ambos sentaron sobre sus rodillas a la belleza, como quien cuenta un cuento a una niña, pero la vida es retorcida, curvilínea, ondulante y, muchas veces, oscura, por eso para volver a ver a la belleza, para seguir insistiendo en ella, es inevitable transitar el mundo y atravesar el infierno.