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Magareće godine (Años de burro) de Branko Ćopić me llegó de Belgrado por correo. La carta que cayó del paquete llevaba el sello de la oficina de correos central de Sarajevo y la siguiente dirección: Aleksa Kalem, calle Jabučica Avdo, 22 . Era el primer paquete que recibía a mi nombre. En el dorso de su tarjeta de visita, Ana Kalem, directora del Instituto de Relaciones Internacionales del Trabajo, había escrito: “¡A mi querido Aleksa, para sus diez años. ¡Feliz cumpleaños! Tía Ana”. El regalo no me alegró. Fui a la escuela presa de aprensión matutina. Cuando la campana sonó para el recreo fui el primero en tomar posesión de los váteres de los mayores (los llamábamos así porque fumábamos en ellos). El ld con filtro era el cigarrillo de las escuelas, porque se vendían por unidad. Un cigarrillo alcanzaba para diez alumnos de 3c. —¡Así no!—le reprochó Ćoro a
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