La montaña de Sainte Victoire está en el sur de Francia, cerca de Aix en Provence, la cual fue objeto de una serie de pinturas de Paul Cézanne; en una carta a Zola, Cézanne alaba la montaña que ha observado desde un tren, poco después comenzó la serie de lienzos dedicados a esa montaña. Se entiende que en esta serie de pinturas es donde Cézanne llega más lejos en sus afanes y, acaso no solo los de él, sino también los de todo el impresionismo: llegar a pintar una cosa, algún cuerpo sin marcar su contorno, como si se dijera: dibujarla desdibujándola, pero ¿al desdibujarla cómo podría distinguírsela…? ¿cómo se sabría que lo que está en el lienzo es una montaña o una manzana o un jugador de cartas…? Precisamente ese es el problema de Cézanne, esa es su dificultad, ese es el asunto que, de alguna manera, fue más