Ruggero Leoncavallo fue un compositor italiano o, más bien, napolitano nacido en 1857 y fallecido en 1919, de modo que el escenario para su vida fue, sobre todo, la segunda mitad del siglo XIX, y el tiempo le alcanzó para presenciar la catástrofe de la Primera Guerra Mundial; la vida le mostró los horrores de un siglo que ya no fue el suyo. El 21 de mayo de 1892, Leoncavallo estrenó en Milán su obra más perdurable, una ópera en dos actos llamada Pagliacci, inscrita ya en una tradición posterior al más puro romanticismo; Verdi pudo haber sido el padre o, incluso el abuelo de Leoncavallo, su mundo ya es otro, un escenario en el cual las ilusiones y los afanes ilustrados se han ido diluyendo y aletargando en una frívola y cómoda Belle epoque. Su muerte a los sesenta y un años lo sorprende en un estado de ánimo