Al otro lado del lenguaje
Máquina del tiempo
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Máquina del tiempo
En La destrucción de lo tangible, el artículo que publiqué el pasado 28 de octubre, el corrector de este diario cambió la palabra “urbanitas” por “urbanistas”. Sin duda pensó que se me había escapado una s, pero no me refería a los urbanistas, que son las personas expertas en el urbanismo, sino a los urbanitas, esas otras personas que viven acomodadas a los usos y costumbres de la ciudad; un pequeño tropiezo semántico. Pero más importante es recordar que en ese artículo me referí a Packing My Library, el libro de Alberto Manguel sobre el que continuaré escribiendo ahora. También quiero retomar la anécdota de que uno podría haber imaginado que la biblioteca de Borges era tan vasta como la de Babel, porque Manguel no se refiere a ninguna institución dedicada a la conservación de los libros en la antigua Babilonia, sino al cuento , en el que Borges juega
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