Antes que escritor, Asturias fue padre. Esto lo sabe bien Miguel Ángel, su hijo pequeño y quien es actualmente el encargado de divulgar y preservar su legado. Estuvo con él en el momento más importante de su carrera, el día que recibió el Nobel de Literatura. También lo acompañó en los momentos finales de su enfermedad. A partir de su muerte, Miguel Ángel Asturias Amado se convirtió en el depositario de la responsabilidad que el apellido Asturias conlleva para la familia, para Guatemala y para la literatura universal. Entendió lo valioso de su labor y ha dedicado todos estos años a la promoción del acervo asturiano en el mundo. Hoy Miguel Ángel es presidente de la Fundación que lleva el nombre de su padre. Sin embargo, atrás del gestor del legado literario también está la figura del hijo que descubrió poco a poco su camino y aprendió a combinar la