Hacer espuma
Máquina del tiempo
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Máquina del tiempo
Uno observa la vida y piensa que todo encaja, que todo tiene sentido, como en una estructura perfecta cuyos líquidos fluyen con armonía en sus vasos comunicantes y, a la vez, de forma absolutamente absurda. Puede ser que a simple vista no haya nada irracional, nada contradictorio en la manera en que funciona la sociedad, en los mecanismos que usa la gente para sobrevivir y adelantarse a los otros con la energía de un caballo de carreras; la gente, lúcida, torpe, generosa, insípida las más de las veces y con frecuencia vil, pasa por la existencia sin agitar las aguas. Como le dice un personaje a otro en una película de Liv Ullmann: “Hacemos espuma al flotar y luego nos hundimos”. Es como esos ciudadanos que transitan por existencias sin rubores, que parecen capaces de darle un pellizco a la felicidad, satisfechos frente al espejo; sin doblez, sin necesidad de
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