LA MUCHACHA Y EL JAGUAR
Por Sergio Ramírez
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Por Sergio Ramírez
La revolución que triunfó en Nicaragua en 1979 fue la última del siglo XX en América Latina. Y fue, también, una revolución corta, de apenas una década, que tuvo la singularidad de terminar en 1990 con unas elecciones que sacaron al Frente Sandinista del poder conquistado con las armas. Durante esos diez años Nicaragua fue una vitrina, y un espejo. Una vitrina porque muchos querían observar los pasos de una revolución que se proclamaba distinta desde el comienzo. Y un espejo porque el rostro de aquella revolución principiante podía ser en el futuro el rostro de otras revoluciones novedosas en el Continente. Jamás en tan corto tiempo se escribieron tantos artículos de opinión, ni tantos libros, ni se abrieron tantos debates en los medios de comunicación y en las universidades, acerca de lo que ocurría en un país tan pobre. Y jamás ningún otro hecho histórico, desde la Guerra Civil
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