«Cualquier madre puede entender esa lucha porque todas nos exigimos mucho a nosotras mismas», razona, pero recomienda recordar que «quien eres como madre influye en quien eres en el trabajo y viceversa» y que con un poco de benevolencia, el conflicto puede transformarse en «simbiosis».
La película, que se estrena en España el 10 de febrero, aúna drama, humor, emoción y espíritu lúdico y lleva el sello del creador de Tiburón, Indiana Jones, E.T. o tantos títulos que conectaron con el niño interior de cada espectador.
Pero esta vez Spielberg narra su propia infancia, sus traumas en relación con un secreto que le guardó a su madre durante un tiempo o con el acoso escolar que sufrió por ser judío; y, en medio de todo eso, el descubrimiento del cine como herramienta para controlar sus propios miedos.
Williams también descubrió su vocación a muy temprana edad. Debutó con 13 años en televisión y dice que el cine le ha enseñado no solo a ensanchar su visión de lo que significa ser humano, sino también a aceptarse a sí misma.
«El cine independiente me descubrió la posibilidad del amor propio y la autoaceptación, porque al ver a los personajes de las películas de Cassavetes, tan difíciles y desafiantes y que sin embargo me atraían tanto, pensé que tal vez podría darme algo de eso a mí misma».
A Williams le costó dejar atrás su faceta de ídolo adolescente lograda por su participación en la serie Dawson Creek a finales de los 90. Pero en 2005 tocó la cumbre y logró su primera nominación al Óscar gracias a Brokeback mountain, a la que siguieron otras tres por Blue Valentine, My Week With Marilyn y Manchester by the Sea.
Aunque su imagen se asocia a menudo a mujeres que sufren y con una turbulenta vida interior, lo cierto es que las primeras películas que le marcaron y le hicieron querer ser actriz fueron musicales como Sonrisas y lágrimas o El mago de Oz.
«Me atraían porque parecía que lo pasaban bien, que eran felices y sigo creyendo que cantar y bailar te proporciona alegría, porque al hacerlo tu conciencia se apaga, para llevar el ritmo y el tono tienes que dejar de pensar, no puedes sobreanalizar, ni preocuparte, ni distraerte con otras cosas, y creo que eso es la felicidad y la vida, estar en el momento presente».
Su próximo proyecto, a las órdenes de Todd Haynes, tal vez le brinde esa alegría ya que se trata de un ‘biopic’ sobre la cantante, compositora y actriz Peggy Lee (1920-2002), autora de canciones como Fever o Whay don’t you do right.