La producción no deja de ser inspiradora, sobre todo porque muestra cómo un gran imperio surge de una pequeña empresa que no se detiene ante lo que parece una idea irrealizable. Los protagonistas también se ganan la simpatía de los espectadores al mostrarse valientes ante un mundo de negocios en el que son bastante inexpertos.
Aunque en cada uno de los capítulos se desarrolla parte de la historia, la producción de la serie tuvo el acierto de enfocar cada uno de sus episodios en el punto de vista de los principales protagonistas. Con esto logró ofrecer un panorama completo de lo que sucedió en esos tiempos nada lejanos.
El primero de los episodios, La visión, enfoca la perspectiva de Daniel Ek (Edvin Endre), un programador y hacker que tuvo la idea original. En el segundo, La industria. se muestra la óptica de Per Sundin (Ulf Stenberg), un ejecutivo del sello Sony Music. El tercero, La ley, muestra los entresijos en los que debe ingresar la abogada Petra Hansson (Gizem Erdogan), quien es la encargada de negociar los derechos.
El cuarto episodio, El programador, muestra la visión de Andreas Ehn, principal creador tecnológico del reproductor y su descontento con algunas situaciones que no van con su visión. En el quinto episodio, El socio, se narran las experiencias de Martin Lorentzon (Christian Hillborg), el extravagante millonario que financió el proyecto. Por último. en el sexto, La artista, aparece Bobbi Thomasson o Bobbi T. (Janice Kavander), una cantante que fue amiga y compañera de colegio de Daniel Ek y que ahora lidera un movimiento de músicos independientes que protestan contra la visión de monopolio que tiene Spotify.