Si son condenados, ambos podrían enfrentarse a penas de hasta 18 meses de cárcel y una multa de US$5,000 dólares. Agravantes por uso de armas podrían elevar esa sentencia hasta cinco años, de acuerdo con el marco legal estadounidense.
Baldwin, de 64 años, ha afirmado en repetidas ocasiones que el equipo de utilería le dijo que el arma no estaba cargada antes de entregársela y que no apretó el gatillo.
Su abogado, Luke Nikas, ha dicho que impugnará la acusación, que calificó de “terrible error judicial“.
Los abogados de Gutierrez-Reed dijeron el martes que los fiscales “entendieron mal los hechos” y llegaron a “conclusiones equivocadas”.
“Pelearemos estos cargos y esperamos que el jurado declare a Hannah no culpable”, dijeron Jason Bowles y Todd Bullion en un comunicado.
Por otro lado, el asistente de dirección, Dave Halls, quien le entregó el revólver a Baldwin en el set y le dijo que estaba “fría” (jerga cinematográfica para decir que era un arma segura de usar) no objetó el cargo por uso negligente de un arma mortal.
Su acuerdo será abierto al público luego de que un juez lo apruebe.
Baldwin, uno de los coproductores de la película, y Gutierrez-Reed fueron acusados con dos cargos alternativos de homicidio involuntario con diferentes grados de negligencia.
Los fiscales de Nuevo México pedirán a los acusados que se presenten ante el tribunal dentro de un mes.