Después de cinco siglos, las corridas de toros podrían quedar desterradas de Ciudad de México por una iniciativa parlamentaria que confronta las tesis del maltrato animal y el derecho de las minorías. Aunque el debate no es nuevo en esta metrópoli que alberga la plaza de toros más grande del mundo –para 50 mil espectadores-, es la primera vez que el Congreso local vota a favor de prohibir la fiesta brava. Solo falta una votación en el pleno, sin fecha establecida, tras el aval en diciembre pasado de la Comisión de Bienestar Animal, que al mismo tiempo abrió un diálogo…