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En el patio de una casa, dos enmascarados se muelen a golpes. Sacian el clamor de “lucha extrema” del público, al tiempo que honran a Ovett, uno de los casi 200 luchadores mexicanos derrotados por su peor adversario, el COVID-19. La pelea se libra en un ring montado discretamente en Cuautitlán Izcalli, ante el cierre de la arena de este suburbio del Estado de México (centro) a raíz de la pandemia. Alrededor del escenario, decenas de fanáticos, incluidos niños, gritan sin cubrebocas ni distanciamieto físico, y algunos beben cerveza. Ovett falleció el pasado 12 de febrero, uniéndose a reconocidos luchadores…
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