El fantasma de Diabat
Jimi Hendrix murió hace 50 años. Más allá del mito y la leyenda, en un pueblo de Marruecos aún recorre sus calles como un fantasma. Sus biógrafos dicen que nunca estuvo allí; la gente tiene otra versión.
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Jimi Hendrix murió hace 50 años. Más allá del mito y la leyenda, en un pueblo de Marruecos aún recorre sus calles como un fantasma. Sus biógrafos dicen que nunca estuvo allí; la gente tiene otra versión.
Algunos dicen que lo vieron, otros incluso hablaron con él. Cincuenta años después de la muerte del legendario guitarrista Jimi Hendrix, el pequeño pueblo de Diabat, al sur de Marruecos, alimenta el mito y el recuerdo. “Lo vi aquí, era joven y llevaba su guitarra en la espalda”, jura Mohamed Boualala, un hombre de 60 años, que creció en Diabat antes de alistarse en el ejército. En el verano boreal de 1969, el músico hizo un pasaje relámpago a Essaouira, una ciudad fortificada muy turística situada a 5 km de allí. De este viaje no quedan imágenes ni bandas sonoras, sino innumerables mitos que alimentan la leyenda. La aldea de casas blancas es indisociable del músico estadounidense, que desapareció trágicamente a los 27 años, en Londres, después de haber ingerido un coctel de somníferos y de vino tinto. Con su “Café Jimi” y su albergue “Hendrix”, el pueblo de Diabat
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