Wonder Woman
AT-Field @Tropismo
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Diana Prince recorre los patios del Louvre hacia su oficina. La experta de armas antiguas recibe una encomienda de las empresas Wayne justo después de los eventos de la muy desafortunada Batman vs. Superman. En la caja una imagen sepia. El alter ego de la princesa Diana de Themyscira, decepcionada y en duda de la humanidad, comienza a recordar su vida desde una niña amazona entrenada para vencer a Ares –dios de la guerra– hasta su primer contacto con el mundo en la Gran Guerra.
La nueva película del universo cinematográfico de DC se estrenó hace una semana y todo lo que han oído es cierto: está muy buena. Aunque la comparación con The Dark Knight es un poco exagerada, se agradece que la dirección y fotografía no tengan esa atmósfera lúgubre y sombría de Zack Snyder. Dirigida por Patty Jenkins, realizadora de Monster, Wonder Woman es una verdadera novedad en cuanto al sentido y claridad que otorga a su protagonista en un mundo plagado de héroes atormentados.
Las contradicciones de Diana son las que deslumbran: ingenua pero enterada del asunto, feminista sin militancia (que se pudo explotar más por la época en que se desarrolla la cinta), y una guerrera pacifista capaz de levantar tanques y destruir campanarios con tal de proteger a los desprotegidos. Después de todo es una diosa que no se hace bolas.
Gal Gadot es en verdad soberbia para el papel. Lejos de los clichés, con un traje reinventado y un carisma grandioso, la actriz israelí hace una interpretación de una superheroína que no que se deslumbra ante la humanidad y busca cumplir con su deber a pesar de sus decepciones. Por su parte, Chris Pine “no es como los demás” como dice su personaje: un espía que hace dupla con Diana a sabiendas que no podrá detener la guerra, pero al menos intentará reducir el número de sus víctimas mientras tira líneas graciosas que dan pinceladas de humor.
Lo único que no le perdono al filme es la batalla final. No solo decepciona porque hace un gran alboroto para terminarla como si nada, sino que deja en el aire el mito de Ares, la postura ética de Diana y no cierra la idea de la igualdad de género en todos los frentes. Wonder Woman vale la pena, es fresca y original. Hay que seguir a Gadot.
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