Cortinas de humo y fuego
EL BOBO DE LA CAJA
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EL BOBO DE LA CAJA
Siempre que el achacoso devenir nacional se ve interrumpido por tragedias de fuerza mayor surgen dos fenómenos sintomáticos. El primero es una cortina de humo donde lo urgente no permite ver lo importante: los matices, la letra pequeña, los hilos finos que conforman el tejido de circunstancias al que llamamos “realidad” se desdibujan por el peso de la emergencia y de la catástrofe. El segundo es que el estado de desgaste y polarización en el que vive inmersa la fauna social chapina se suspende de pronto, dando paso a una avalancha de solidaridad ciudadana, genuina pero poco organizada, que surge –a falta de respuestas institucionales prontas y serias– en nombre de la empatía, de la conmoción, de la tristeza, de la sensibilidad humanista, del amor cristiano. Izquierdas y derechas, pobres, clasemedieros y ricos, indígenas, ladinos y criollos, misóginos y feministas, homófobos y amanerados, católicos, evangélicos y ateos, adeptos a la
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