El gallo urbano que canta de madrugada como en un vecindario rural, continúa lanzado su gemido ya entrado el día.   El volcán de Fuego lanza llamaradas, así como nos ha sorprendido la columna de humo que llega a las nubes del Santiaguito en el occidente, y la Ciudad de México amaneció bajo una capa de ceniza expulsada por el Popocatépetl, el cerro nevado que echa humo de los náhuatl. ¿Es la tragedia anunciándose? ¿O la tragedia está siempre viva? Los griegos lo entendieron e inmortalizaron la gesta de Troya en La Ilíada, obra incomparable, que equivale a expresión de vida, a lucha, ardor de la humanidad, origen de la secuela trágica posterior. Troya fue destruida y saqueada, ese lugar mítico que los arqueólogos creen haber ya descubierto para la tranquilidad humana (porque la ficción los aterroriza), y luego viene La Odisea, el viaje de retorno de Odiseo/Ulises, que es