El eclipse total de Luna se podrá observar durante más de una hora desde América hasta Oriente Medio. La Luna no produce su propia luz, sino que la recibe del Sol. El lunes, el astro estará alineado con el Sol y la Tierra. “Tendremos un eclipse total porque la sombra de la Tierra engullirá toda la Luna”, explicó Pascal Descamps. “El cono de sombra de la Tierra mide aproximadamente tres veces el tamaño aparente de nuestro satélite” –añade– por lo que podrá absorber la totalidad de la Luna. El satélite desaparecerá de nuestra vista, privada de los rayos solares y reaparecerá teñida de rojo, por eso se le llama “luna sangrante” o luna de sangre. “Es interesante porque el color de la Luna dependerá del estado de la atmósfera terrestre. Si está cargada de partículas, debido por ejemplo a la polución, los rayos rojos también serán refractados y no alcanzarán