No me parece justo primero que estos dos presidiarios (y el señor de las cárceles, Lima Oliva) tengan tantos privilegios siendo prisioneros, o todos hijos, o todos entenados. Pero tampoco me parece justo que a Baldetti se le haya permitido equipar con todos los lujos su apartamento en Santa Teresa, y a Pérez se le hayan retirado los objetos que le habían sido autorizados, ¿acaso ella fue más importante que él, o será que ella es más generosa con las autoridades carcelarias?
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